- Así como existen la Masonería y las masonerías, existe una independencia historiográfica y una independencia real o integral. La primera independencia fue la ilusión de una clase dominante, conservadora, aristocrática, colonialista y esclavista que durante la crisis de autoridad de su Rey, declaró la independencia como una necesidad de “conservarse á sí misma, para ventilar y conservar los derechos de su rey, y ofrecer un asilo a sus hermanos de Europa, contra los males que les amenazaban (Acta de 5 de julio de 1811 transcrita por Montenegro 1840 pp. 70-76). La segunda fuerza de independencia viene avanzando desde hace dos cientos años directos hasta el tiempo utópico de la Liberación.
De la crisis de autoridad sufrida por la monarquía
española (1808 1812), surgió una junta para defender los derechos del rey
frente a sus funcionarios que aspiraban conservar sus cargos con nuevos dueños
franceses. Con la gente en la Plaza Mayor hicieron renunciar al Capitán
General. Al año siguiente los aristócratas esclavistas habían fundado una
república independiente. Los comerciantes isleños canarios y pardos se
rebelaron contra la República en nombre de su Rey. Luego estalló una rebelión
popular con visos de guerra civil que duró tres sangrientos años. Después comenzó la guerra por la independencia contra
los ejércitos llegados de España.
¿Cómo armonizar hechos tan contradictorios? Un
grupo de aristócratas terratenientes comienza defendiendo los derechos de un
rey y termina fundando una república. Un grupo de comerciantes de origen
canario, instaura una dictadura de terror para reponer a una monarquía
colonialista y esclavista, contraria a los intereses del “libre comercio”.
Finalmente los esclavos cimarrones y los mulatos, pardos, negros libres de los
llanos hacen la guerra a los blancos aristócratas en nombre de un rey. A esta
realidad se refería el general Francisco de Miranda con el célebre término
bochinche.(Becerra:1896. T2. 263). En medio de este mar de contradicciones no
podía faltar a quien se le ocurriera señalar una mano oculta para explicar lo
que no se ha podido mostrar, encubriéndolo con la presencia de lo misterioso:
La Masonería.
El primer punto corresponde a un esbozo de los
alcances teóricos fundamentales empleados para reflexionar
sobre la Masonería, su concepción del pasado, la presencia masónica en la
historia venezolana, las motivaciones históricas de los masones del siglo XIX y
del siglo XX, la concepción historiográfica, y la naturaleza ideológica del
discurso de los diferentes actores y su ubicación dentro del campo de las
fuerzas de dominación o de liberación a fin de precisar ¿cuál masonería? y
¿cuál independencia?. Y finalmente, cuál es la relación histórica entre la
Masonería y la Independencia.
Alcances Teóricos fundamentales α
Como instrumento primordial para el proyecto
colectivo de construcción de un espacio material y espiritual en función de la
liberación la gente, la Historia ha de ser reformulada radicalmente para poder
asumir el reto desde la propia mediación hermenéutica, y una vez que ha
entendido la situación histórica del oprimido, interrogar a la totalidad de
todo el saber posible desde la óptica del cambio que avanza para actuar con
mayor impulso en la transformación de la vida social, cultural, política,
económica y espiritual que nos exige la praxis histórica.
Comenzamos con
la creación de un marco teórico para tratar la relación dominio establecida por
el Estado colonial desde la
resistencia de la Indianidad; ubicando el objeto primordial del coloniaje -
colonialismo con la indianidad desde 1492 hasta 1999 (Reverón: 2002), se
enuncia mediante la representación ideográfica de la estructura de dominio
impuesta por el reino de Castilla y León durante el inicio de la relación: la
Corona impone y el aborigen se resiste. Se resiste a la implantación de un
modelo de sociedad que lo excluye y lo desconoce como ser humano. Para definir
los elementos constitutivos del esquema ideográfico para del estudio de la
historia de Venezuela, partimos de la
síntesis de la Welstanshauung, vale decir, la cosmovisión que trae el
invasor, el modelo al cual se resistió la cultura preamericana.
Consiste en el despliegue de nuestro pasado desde la subsumisión
de la Welstalchuung propuesta y elaborada mediante cuatro principios constitutivos esenciales desde el filosofar
de JM. Briceño Guerrero (Briceño Guerrero: 1977 y 1994). Los principios señorial, cristiano, imperial y racional constituyen la representación mejor
acabada y más sintética para definir al sujeto de resistencia dejando abiertas
sus posibilidades interpretativas y, sobre todo, representándolos mediante ideogramas para
hacerlos infinitos en su íntima
combinación.
El principio señorial fue representado mediante la
figura ecuestre portando lanza y
espada. El principio de la cristiandad mediante la Cruz. El principio
imperial con la Corona y el racional mediante el Cubo; ubicados dentro de una
matriz epistemológica para establecer relaciones de análisis en virtud de
operar las diferentes combinaciones en su relación con los distintos regímenes
políticos y visualizar la proyección geográfica de la economía y la
cultura europea en Nuestra América a partir de la invasión de 1492. La imagen de la
figura ecuestre portando una lanza representa el principio señorial en su
proyección de conquistador del espacio geográfico mediante la fuerza de las
armas. Es la erótica de la dominación, el machismo y toda la carga ideológica
que implica.
La imagen de la
figura geométrica del cubo representando el principio racional que supone su
proyección, no solo arquitectónica en su capacidad de construir un sistema
urbanístico, con plazas, iglesias, caminos, puertos, acueductos, cuarteles,
fortalezas, conventos y universidades; sino que además, un principio racional
de dominación construyendo la estructura lógica e intelectual justificadora del
dominio colonial español en América, y de toda la violencia e injusticia
producida al implantarla. Un principio racional que justifica su violencia y
cleptocracia en la llamada justa guerra propuesta por Guinés de Sepúlveda, la
razón conquistadora iniciada por Cortés, la implantación de un modelo de
raciocinio característico de una
cultura que se expandió hasta el lado occidental del Atlántico, para subsumir
cultura, técnica y riqueza de la indianidad e impulsar a aquellos reinos de
Castilla y León; residuo de la cristiandad y sus vecinos, para poder construir
aquello que hoy conocemos como Europa. En pocas palabras: acumulación
originaria: botín arrebatado a Moctezuma. Razón de Estado de los reinos de
Castilla y León para enfrentar a los turcos en Lepanto. Una razón que encubre
los aportes tecnológicos que salvaron aquellos reinos de las hambrunas.
Se agrega el
símbolo de la Cruz en representación del principio de la cristiandad, en cuanto
a paideia, elemento de unificación universal del espíritu religioso.
Pero además de esa universalidad en cuanto al derecho a disfrutar del reino de
los cielos, después de la muerte; existe una justificación religiosa no solo
para implantar el régimen monárquico, sino también para justificar el negocio
de salvación de las almas y las visas o indulgencias para ir ganando ese cielo
desde la vida terrenal, cuando esa cruz opera como fuerza dominadora se
manifiesta la Cristiandad. Una cultura con componente religioso cultural
cristiano. Subordina la religión católica a las estructuras políticas y
económicas a la cultura mediterránea, supuestamente heredera de Grecia y Roma.
Ilustrados en lenguaje ideográfico: la cruz se acerca de manera subordinada al
símbolo de la corona y al cubo. Constantino en
el Imperio Romano Oriental, bizantino, a partir del siglo IV será probablemente
su primordial impulsador. El cristianismo es una religión crítico mesiánica,
de clara significación político – profética desde los pobres y esclavos del
Imperio romano (Dussel: 2007.72). Son las caras opuestas de una misma cruz,
dos lecturas opuestas de la misma Biblia. José Porfirio Miranda, muestra los
giros semánticos de ciertas palabras a partir de la fecha señalada por Dussel
mediante una rigurosa exégesis y revisión de buen número de especialistas
(Miranda: 2008).
En el lenguaje
ideográfico se representa la flecha del vector en sentido contrario cuando la
Teología de la Liberación reacciona como fuerza liberadora. Jesús de Nazaret es
condenado culpable de amenazar el orden impuesto por el Imperio romano.
La Corona en
representación del principio imperial ilustrando la capacidad de organización y
el derecho constitucional para montar el sistema burocrático imperial, en cuyo
espacio, nunca se oculta completamente el Sol, monarquía, Estado, poder
político.
Todo lo dicho
hasta ahora, y por decir respecto a los cuatro principios queda resumido en la
relación ideográfica de las cuatro imágenes.
Cuando la Corona
decide expandir geográficamente su cultura monárquica, colonialista y
esclavista, estos cuatro principios adquieren la connotación de fuerzas de
dominio colonial, por esto se
expresan mediante flechas direccionales que orientan el sentido de cuatro
vectores desde los cuatro símbolos de donde proviene la fuerza de dominación y
por donde se reacciona la fuerza de liberación.
Para representar
gráficamente la estructura de dominio colonial colocamos las flechas como
representación de los vectores de su fuerza y los proyectamos hacia un cuadrilátero
figurativo de la Casa Grande (Freyre: 1977), en representación de la hacienda
como unidad productiva del régimen económico implantado por el Estado español
en sus dominios de ultramar.
Utilizando los
símbolos, al estilo que los masones aplican a sus enseñazas y, proyectándolos
mediante flechas a la usanza de la ciencia física para poder explicar con mayor
elocuencia, su desempeño como vectores de la fuerza de acción del dominio
colonial español, y en sentido contrario, los vectores de la fuerza de reacción
liberadora, hemos construido un esquema que engulle al materialismo histórico,
quedando abierto para seguir incorporando ideas, el pensamiento de dominación y
el de liberación en relación dialéctica.
Representada de
esta manera la estructura del sistema colonialista esclavista español entendemos que independizarse
integralmente, implica la ruptura de los cuatro vectores de la fuerza del
dominio colonial (Reverón 2005), sin las sustituciones o mutaciones y de las
nuevas formas de dominio colonial que aparecieron en el mismo devenir
histórico, inmediato a la contienda bélica.
Visualizar ideográficamente la estructura del
dominio colonial permite percibir la forma como fueron atados los nudos del
dominio colonial, y sobre todo, apreciar la manera de desatarlos para realizar
la praxis liberadora que supone la emancipación, la cual pretende engullir
la perspectiva hermenéutica complementada
con el concepto de Europa, modernidad y eurocentrismo desarrollado desde la
década de los sesenta por filósofo mexicano de origen argentino Enrique Dussel
(Dussel:2000), y la crítica a la filosofía de la opresión del mexicano José Porfirio
Miranda (Miranda.2008), la filosofía de la realidad histórica desarrollada por
el vasco salvadoreño Ignacio Ellacuría (Ellacuría1990) y la alienación como
sistema del venezolano Ludovico Silva (Silva Michelena:1983).
El esquema ideográfico para visualizar la
estructura de dominio propuesta por el naciente imperio español facilita la
posibilidad de estar atentos acerca de cuáles cadenas se han mantenido atadas
durante cuanto tiempo, y cuáles se conservan intactas o cuáles no han aminorado
o transmutado su función como
fuerza de dominación. Si no
conocemos la realidad histórica la praxis transformadora no opera: una
concepción de la Historia como resultado de la hermenéutica de un filosofar que
preserva la unidad entre el pasado y hoy. Un
período de un alcance o duración X, donde X=1492 hasta la Liberación;
consciente de que si no se formula el pasado con propiedad dificulta demasiado
el ante presente para actuar en el aquí y ahora como realidad permanente que
cambia cada segundo. Estar alerta para escoger el paradigma adecuado a cada
espacio – tiempo histórico.
Si existe un solo tiempo histórico donde se debate
el conflicto entre dominio y liberación. Un conflicto donde se impone un modelo
de sociedad a la fuerza. Una fuerza con cuatro vectores claramente
identificados, entonces no queda espacio para continuar aceptando la división
de la historia en descubrimiento, conquista, colonia e independencia y
repúblicas.
Surge entonces la Historia como un manto
unificador e infinito que envuelve todas las ramas del conocimiento humano
ubicada en el umbral de la realidad, en la puerta de acceso a un filosofar que
permite a los seres humanos la posibilidad de construir una historia como
praxis liberadora desde el momento presente.
La fuerza de la tradición intelectual propone
investigar sobre el proceso de independencia. Después de todo lo expuesto, las
variables que interaccionan en la “independencia” vienen desde el origen de la
dependencia, vale decir: formulado desde el proceso de invasión, conquista
militar y colonización mental que inició
su avance lento y violento a partir de 1492.
En la misma
exégesis del lenguaje del discurso de dominación colonial buscamos algunas
interrogantes: ¿De qué manera pudo una institución como la Masonería, irrumpir
contra los vectores de las fuerzas de este dominio colonial convertidos en
cadenas durante tres siglos de dominio para participar activamente en la
llamada independencia?. Lejos de liberadores: ¿serían los masones
neocolonizadores?. Lo que representa
la Escuadra y el Compás: ¿Se preserva
como principio de liberación frente al oscurantismo ultramontano de la
Cruz como han dicho tradicionalmente los masones venezolanos?. ¿O estamos ante un nuevo vector de dominio al
estilo de los estados colonialistas emergentes que fueron sustituyendo a la
Corona Española.?, ¿Masonería inglesa?, ¿Masonería francesa?, ¿Masonería
Internacional?. Ver más
α La
elaboración teórica que conduce la presente reflexión surge de la redacción de
dos tesis de maestría para elaborar los marcos históricos que se expresaron
desde la cosmovisión del indígena para evaluar y proponer políticas públicas
relativas a la Indianidad a la luz del Indigenismo Interamericano (Reverón
1992) y como variable histórica para el marco histórico del análisis
estratégico en el área de la Seguridad y Defensa Integral (Reverón 2005). El
segundo alcance de esta teoría fue
publicado en un artículo de revista arbitrada identificada como “Teoría de la
Historia de la Resistencia Indígena” (Reverón: 2007), a partir de esa primera
versión han sido publicados nuevos alcances en lenguas como el Africanier, el
Esloveno y otras, traducidas por ARGENPRES, Agencia Argentina de Noticias,
quien la distribuyó en los países de habla hispana con el subtítulo que ya le
había agregado a ese último alcance: “Hacia la Teoría de la Historia de la
Revolución Bolivariana”. Entiéndase Revolución Bolivariana el proceso iniciado
con la reacción del primer aborigen a los cuatro vectores de la fuerza de
dominación transatlántica iniciada a partir de 1492 hasta el alcance de la
Independencia Integral de Nuestra América.
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